El nuevo logo mantiene las señas de identidad y se adapta perfectamente al entorno digital.
El cambio de imagen mejora percepción y legibilidad y es más fiel a los valores actuales de la marca.
Con el nuevo logo se busca mostrar renovación y continuidad. Mediante un diseño minimalista, de líneas suaves y una estética contemporánea, la nueva imagen consigue actualizar el logotipo. Con esta renovación, se mantiene la seña de identidad de la marca (el color verde), pero se mejora la percepción y se aumenta la legibilidad, permitiendo posicionar BJC claramente en los medios digitales, y vinculando así la compañía con innovación, diseño y tecnología.
El primer logotipo de BJC data de 1926. La última renovación en la imagen corporativa de la compañía se produjo en 1990, con un cambio sustancial en el trazo de la marca y la fuerza del color y, hasta ahora, no se había realizado ningún cambio. La nueva propuesta de diseño ya ha empezado a aplicarse en los distintos catálogos, muestras, envases de producto, rotulación de la fábrica, sitio web y en las tarjetas de visita.